El Quijote Iberoamericano: herencia de una cultura.

“En primer lugar, cabe preguntarse por qué la herencia de la cultura ibérica podría considerarse como una de las marcas inaugurales de la estela de los cervantistas en Brasil. Para ello se han de exponer los antecedentes embrionarios del nacimiento de un Quijote que alcanzó el calificativo de ‘Iberoamericano’. Al mismo tiempo, responder esta cuestión inicial también supone retroceder en el tiempo para entender, al menos, el fenómeno de la lengua como uno de los vehículos primarios para esta herencia.

Brasil, todavía como colonia, aceptó y asimiló los orígenes literarios de las antiguas ciudades que se impondrían como significativas herencias de un pasado – ajeno – y como fuente inspiradora para el futuro. Así nace la incorporación de los valores peninsulares imperantes y magistrales; pero, al mismo tiempo, se produce un cambio en el colonialismo portugués y este pierde fuerza en los dominios africanos. Y aunque Brasil aún continúa bajo su yugo, como fruto de incipientes transformaciones sociales ya comienza a mostrarse um panorama intelectual que despierta con novedosos conceptos literarios en forma de épica. No obstante, ni todos los autores sintonizarían con las nuevas escuelas poéticas que surgirían y muchos se dedicaron a mantener la tradición clásica de origen portugués, con la que se mostraban más de acuerdo. (ORICO, p. 35; p. 40).

Las mismas fuentes ibéricas que sembrarían gran parte de Europa con su lengua y literatura al son de las carcajadas acompasadas por Don Quijote o los versos de Os Lusíadas, también regarían imaginación y gustos literarios al otro lado del océano Atlántico, alimentando así las colonias del Nuevo Mundo. Otra herencia significativa, pues, la de dos lenguas europeas, que se destacaron como uno de los instrumentos más representativos de los actos de colonización e intento ‘civilizador’, el español y el portugués (Ibid., p. 168).

Los especialistas en crítica explican que los libros de caballerías, además de constituir una lectura usual en España, también lo sería en América, sobre todo, al acompañar a muchos de sus conquistadores, tanto en sus recuerdos como en sus equipajes (BRIOSO, p. 317; COSTA LIMA, 1986, p. 46 et seq.). Una vez iniciado este fenómeno de lectura, no sería ya frenado, puesto que el Quijote es una obra cómica en la que se construyen patrones ideológicos oscilantes e irónicos, lo que produce una particular distancia entre autor, obra y lector (BRIOSO, p. 21).

Se sitúa por vez primera el mecanismo de la ficción entre 1605 y 1613, en un contexto de posibilidades reales, de azares posibles, y [Cervantes] concibe um entramado humano capaz de recordarnos el tejido tupido de la vida real, ya fuera de la novela. Ese hallazgo tardará décadas en aparecer [en Europa] y lo hará siempre a remolque del modelo ibérico (Ibid., p. 34).

Las férreas campañas realizadas por la Inquisición española a las que se uniría la Corona, con la intención de evitar que los libros de caballerías, calificados como lecturas perniciosas, llegasen a sus colonias americanas, acabó resultando poco menos que un esfuerzo inútil al comprobar los datos históricos:

Así sucedió también con ese libro burlesco que es el Quijote. El envío de ejemplares a las tierras americanas comenzó el mismo año de publicación de la primera parte, y cabe afirmar que una parte importante de las primeras ediciones de El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha se agotó en Hispanoamérica (Ibid., pp. 318-319).

En principio, todo indicaría que no fue tan fuerte esta influencia del Quijote en Brasil, como en el resto del continente americano, como era tal vez de suponer, posiblemente por las barreras lingüísticas; no obstante, no se puede despreciar una recepción como la brasileña, porque a pesar de todo, los testimonios históricos aseguran que, previamente a la llegada masiva de las letras francesas, la obra vivió:

[U]ma jornada dadivosa e longa [...] e seu mandato de mestre da bravura, da galanteria e da graça conquistou a admiração dos doutos, eruditos e leitores em geral da literatura peninsular. (ORICO, p. 185).

En Brasil se destacaron, más allá de especialistas y versados en letras, un tipo de admiradores de la obra, que además de amantes eran coleccionistas y devotos de las letras cervantinas. Un ejemplo representativo, entre muchos e infelizmente muchos anónimos dispersos por este inmenso país, es el del médico y profesor Genival Londres cuya colección ascendería a más de cuatrocientos volúmenes que, tras su desaparición, su viuda donó a la biblioteca de la ‘Academia Brasileira de Letras’, representación de una de las herencias más características, dentro del panorama brasileño, de la marca del genio ibérico.

Las alusiones a la obra alcanzaron unas cotas de conocimiento insospechado, como afirma Montero, ya que la obra, en muy poco tiempo, rebasaría la dimensión mítica y sus personajes lograrían ser (re)conocidos hasta por personas que jamás habían abierto el libro (BRIOSO, p. 319). El por qué de este influjo de temas afines, tanto a un lado como al otro del océano, ha sido desencadenado por motivaciones diferentes. Esto tal vez se pueda explicar, en parte, porque Cervantes,

El raro inventor, […] modela [sus novelas] sobre la estructura del relato renacentista de moda […] y la novela italiana, [a los que] supera con creces […] [y] se coloca en la posición […] de inventor de un género, tanto em España como fuera de ella (Ibid., pp. 33-34).

Estas aventuras singulares que presentó Cervantes, transformaron su libro de caballerías en la representación más clara de lo que es el espíritu español, la raza peninsular, por lo que, tanto brasileños como españoles, reconocerían, con el paso del tiempo, esta dádiva como parte de un legado que les ha sido transmitido y cuyo valor no se puede cifrar (ORICO, p. 168). Años después, se enviarían también los primeros ejemplares ya de la segunda parte. Así comenzó la lectura del Quijote en América (BRIOSO, pp. 318-319), lectura que paulatinamente asistiría a un cambio en sus interpretaciones:

[P]erdeu a feição com que nascera na Espanha e penetrara na América: a de uma simples burla aos livros de cavalaria, para tornar-se um ciclo ou uma cruzada do povo espanhol a contagiar com seu espírito e seu engenho todas as nações da terra (ORICO, p. 172).

En toda obra literaria, el texto al que accede el lector es único e invariable, siempre el mismo; no obstante, cada receptor recibirá este a su manera; reconstruyéndolo de tal modo que al prestarle los argumentos de su experiencia, que crea necesarios para entender el sentido de la obra, también la acabará explicando con su propia exégesis, tras el acto de la lectura, lo que automáticamente lo transforma en un receptor activo. Este tipo de lector no se muestra en contra de las normas sino que las utiliza modificándolas o rechazándolas según su grado de exigencia El punto de vista del receptor, por lo tanto, no debiera constituir una mera alternativa sino que tendría que considerarse como un elemento integrador del texto (MEREGALLI, p. 273 et seq). Esto explica la existencia de una obra universal, como es la que Cervantes creó:

Há um Quixote [sic] não só para usufruto de povos do mesmo sangue, senão também para cada povo que o queira assimilar por seu magnetismo inato, sem fronteiras, do que dão testemunho as edições mais distantes, [...] onde [...] se revezam em adaptar ou revelar heróis de proporções idênticas aos que se nacionalizaram nos caminhos de Andaluzia, transportando na alma, no escudo, nas andanças, as imagens típicas das duas personagens originárias de Castela (ORICO, pp. 168-169).

El Quijote Iberoamericano es, por lo tanto, un libro que actualizando las jornadas quijotescas y adaptándolas a su entorno, se instituye como el modelo de aprendizaje de la fe y el valor universales, con esa mezcla de interesantes momentos de valentía y prudencia y que, habiéndose traducido a todos los idiomas imaginables, continúa conservando la humanidad fruto de su simplicidad y transmitiendo la íntima sensación de que, algún día, Don Quijote se cruzará en el camino del lector… o que encontrará las verdaderas marcas de su paso, también por allende los mares."

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Fonte:
MARTA PÉREZ RODRÍGUEZ: "Tras un siglo de recepción cervantina en Brasil: Estudios críticos sobre el Quijote (1900 – 2000)". (Dissertação apresentada à Faculdade de Filosofia, Letras e Ciências Humanas, da Universidade de São Paulo para obtenção do título de Mestra em Língua Espanhola e Literaturas Espanhola e Hispano-americana. Orientadora Profa Dra: Maria Augusta da Costa Vieira). São Paulo, 2007.

Nota
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